Tenemos una ermita dedicada a este santo, se hacen “chiscos”, se hace la olla de S. Antón y antiguamente se criaba un “marrano” para después rifarlo.
La ermita de San Antón.
La ermita se construyó en los años 50 con el aporte económico de todos los vecinos del pueblo cuando estaba de párroco, en Jérez, D. José Mª Martínez Ramón.
Está situada muy cerca del pueblo, en el camino del vivero.
Hasta los años 70, al llegar la festividad de S. Antón en la puerta de la ermita se celebraba la eucaristía y se le hacía una procesión al santo por sus alrededores. La víspera se hacia y se sigue haciendo un chisco donde acuden los vecinos del pueblo.
Los “chiscos”
Son hogueras que se hacen en los barrios y en la ermita. En sus brasas se asan patatas, tocino, careta, chorizo, morcillas y otros derivados del cerdo.
La olla de S. Antón
La olla de S. Antón es un cocido típico de estas fechas que combina habas, judías y, por supuesto, toda la riqueza que propicia la matanza del cerdo: morcilla, chorizo, oreja, espinazo, careta, magro, rabo...
El marrano de S. Antón
Antiguamente se echaba un marrano por las calles de Jérez, lo alimentaba y lo cuidaba todo el pueblo. Una vez engordado se rifaba y lo que se recaudaba se le daba a gente necesitada.
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