El 25 de mayo de 2014 se celebrarán en España elecciones al
Parlamento Europeo.
Conforme
a la Directiva 93/109/CE del Consejo de 6 de diciembre de 1993, en estas
elecciones podrán participar los ciudadanos de la Unión residentes en un Estado
miembro del que no sean nacionales.
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Para estar inscrito en el censo electoral es necesario estar empadronado y
haber manifestado la voluntad de votar en España en las elecciones al
Parlamento Europeo.
Las
personas que ya han manifestado, en cualquier momento, su intención de votar en
España en las elecciones al Parlamento Europeo figuran incluidas en el censo
electoral, al tener esta opción carácter permanente mientras residan en España,
salvo solicitud formal en sentido contrario.
La importancia de Tu Voto:
La experiencia indica que el hartazgo con
respecto a la mala praxis política doméstica se traduce en abstencionismo en
las europeas. Así ha sido desde las primeras elecciones, en 1979, en las que se
movilizó a un nada desdeñable 62% del electorado, a pesar de que entonces el
poder real del Parlamento Europeo era mucho menor al de hoy. Con todo, la
participación ha ido en leve descenso, aunque hay tres pequeños países con voto
obligatorio: Bélgica, Luxemburgo y Grecia.
Europa siempre ha sido para España el origen de las ideas de cambio y
progreso: los ideales republicanos de la Revolución
Francesa; los movimientos emancipadores surgidos a partir de la Revolución
Industrial; la libertad durante la dictadura. Nuestra entrada en la Comunidad
Económica Europea supuso el regreso de España a un lugar del que nunca debió
salir.
El debilitamiento del Parlamento Europeo
pone en riesgo los avances democráticos que la UE necesita para compensar el
abismo que media entre las exigencias en materia de gobernanza económica y la
legitimidad necesaria para poder llevarlas a cabo.
Hay que
cambiar aspectos fundamentales de la política económica europea, al mismo tiempo
que se hace frente a las consecuencias sociales de la crisis. Las políticas de
austeridad impuestas por la mayoría conservadora que gobiernan las
instituciones de la Unión Europea han deprimido, aún más, la actividad
económica sin lograr disminuciones significativas de déficit y deuda pública.
Las fuerzas
progresistas han de abanderar las propuestas que mitiguen el desempleo sin
renunciar a los derechos de los trabajadores.
Todo esto, y más, es lo que se juega en las próximas elecciones del día
25 de mayo. Dentro de Europa es posible que la crisis tenga solución: fuera de
ella, seguro que no.
Gracias
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