28 dic 2015

Las uvas de Nochevieja

Cada 31 de Diciembre, a eso de las 23:59 se da la misma situación en la mayoría de hogares españoles: la televisión comienza a emitir imágenes de la campana de la puerta del sol, todo el mundo comienza a comer las uvas hasta que alguien se percata de que todavía no son las campanadas, si no los cuartos, y todos esperan hasta que se comience ese mágico momento de comenzar a tomar las uvas a eso de las 23:59:24.

Pero, ¿no te has preguntado nunca de dónde procede esta tradición tan exclusivamente nuestra? ¿Por qué comemos doce uvas y no comemos doce garbanzos o doce frutos secos? Una tradición que para comprenderla tendremos que remontarnos más de un siglo atrás, pero que no deja de ser curiosa.

De cómo una cosecha dio lugar a una tradición de un siglo


La tradición de tomar uvas en Nochevieja es una costumbre relativamente reciente, si atendemos a la antigüedad que pueden tener otras tradiciones similares e igualmente arraigadas dentro del folclore español. Y la razón no se debe a motivos religiosos o culturales, si no más bien a motivos puramente económicos.
 
Corría el año 1909 cuando los agricultores de Alicante y Murcia, deseosos de colocar el excedente de uvas que habían tenido ese año debido a una muy buena cosecha, decidieron comenzar a promover esta tradicióninventando el rito de tomar las uvas de la suerte en la última noche del año, alentando de esta manera la buena suerte, aunque no hay datos que confirmen el lugar, fecha y año del ritual.

En nuestro país, esta costumbre está tan arraigada que Televisión Española comenzó a retransmitir las doce campanadas a partir de 1962, tomando como referencia la caída de la esfera en Nueva York del Año Nuevo. Las campanadas de la televisión duran aproximadamente 36 segundos, casi tres segundos por campanada, aunque ha habido ocasiones como por ejemplo en 1997 que únicamente duraron 17 segundos, lo que seguro hizo que muchos casi se atragantasen con ellas.

La tradición fue puliéndose a lo largo de los años y, a día de hoy, son doce uvas las que se toman, una por cada mes del año, para que quienes las coman tengan buena suerte todos los meses del año, y que gracias a la tradición de los agricultores también simbolizan abundancia. Normalmente, las uvas las tomamos frente al televisor pero, ¿cómo nació la costumbre de tomarlas en la calle?

La celebración en la calle: un acto satírico para ridiculizar a la aristocracia


La teoría de los agricultores no es la única que explica el nacimiento de la costumbre de tomar las uvas de Nochevieja. Y es que existen otras teorías que apuntan a que esta costumbre surgió a finales del Siglo XIX como forma de ridiculizar a la aristocracia y hacer caso omiso a un bando del Ayuntamiento de Madrid.

Así lo sostiene, al menos, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Uva Embolsada del Vinalopó, entidad alicantina que cada año envasa cerca de 120.000 toneladas de esta fruta. Parece que esta entidad ha logrado constatar que, después de haber realizado un estudio pormenorizado de esta tradición, el comer doce uvas cada Nochevieja tiene un origen tanto contestatario como satírico.

Al parecer, en las últimas décadas del Siglo XIX y con motivo de la celebración del fin de año, las familias españolas de la aristocracia, fuertemente influenciadas por sus homólogas francesas, tenían la costumbre de organizar encuentros privados donde se servían champán y uvas con el fin de acompañar al vino espumoso, el champán.

A esta tradición se le sumó en el tiempo un bando promulgado por el entonces alcalde de Madrid, José Abascal y Carredano, donde se sancionaban y criticaban algunas actividades ruidosas de algarabía de los madrileños registradas durante las fechas navideñas. Los madrileños, molestos por dicho bando, decidieron salir a la calle y, cogiendo como extremo contrario los ágapes sí permitidos a la aristocracia, optaron por comer uvas en la actual puerta del sol, coincidiendo con el 31 de Diciembre.

¿Qué hacen otros países en Nochevieja mientras nosotros tomamos las uvas?


Comer uvas en Nochevieja es una tradición exclusivamente española pero otros países tienen las suyas propias. ¿Cuáles son?
-Los italianos comienzan la celebración de la notte di Capodanno con una cena en la que las lentejas son plato imprescindible. Además, después de brindar por el inicio del nuevo año, es costumbre tirar la copa por la ventana.
-En Noruega se toma el tradicional aguardiente y en el menú de la cena de fin de año no faltan los platos a base de pescado y las gachas de arroz en las que, al igual que ocurre con nuestro tradicional roscón, se esconde una almendra que llenará de buenos augurios al comensal.
-En Inglaterra, es costumbre tomar su famoso Christmas Pudding.
-En Francia hacen una cena de Nochevieja llamada réveillon, en la que se cocinan grandes cantidades de comida.
-Por otro lado, los alemanes tienen la tradición de dejar una cierta cantidad de comida de lo que se haya cenado hasta después de medianoche, con lo que se consigue que la despensa esté bien surtida al menos hasta el primer día del año que viene.
-En Dinamarca tienen una costumbre muy curiosa, que consiste en romper contra el suelo las vajillas viejas. Es costumbre romper platos contra el suelo en la puerta de casa de los amigos y de los seres queridos.
-Por último, los israelíes, para dar la bienvenida al año, comen manzanas untadas en miel. Así, dicho año será muy, muy dulce.

Tradiciones todas ellas que tuvieron un comienzo. Pero ninguna más saludable que la vieja costumbre española de tomar las doce uvas coincidiendo con los últimos segundos del año como ritual para atraer la buena suerte. Tan arraigada está esta tradición que cada fin de año son consumidos ni más ni menos que unos 500 millones de uvas. Una cantidad que, sin duda, y al igual que sucedió en 1909, ayudará a sacar el excedente de producción de uvas.


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