1 feb 2013

Emocionante

Sí, paisanos, es emocionante leer un periódico y encontrar a un paisano contando su corta, pero intensa historia. Luchando por abrirse un hueco y un futuro en su Pueblo, con años de trascendencia familiar y reconocido mérito.
Quien no recuerda a Manolo el Gitano ( su padre), pues con su permiso os ponemos una entrevista para haceros participes de su orgullo Jerezano.
Gracias Ismael

Ismael Amador: "Soy hijo, nieto y bisnieto de forjadores"

Al arte de dar forma al metal por medio del fuego y del martillo, a este ancestral oficio se dedica Ismael, por devoción a sus antepasados, porque "llevo toda la vida viviendo entre fraguas, yunques, tenazas..." y porque intentó dedicarse a otra cosa y no pudo. No le quedaba más remedio, ¡lo llevaba en los genes!
Ismael tiene 31 años y hace siete que regresó a su pueblo, a Jérez del Marquesado y sí intento ejercer otra profesión, la de técnico auxiliar en farmacia, y lo hizo durante unos años en Granada pero "me gustaba lo que hacía pero no me llenaba y cuando volví para cuidar a mi padre antes de que muriera me dí cuenta que lo que quería hacer era esto" y decidió probar primero un año con su novia, ahora su mujer, llevando el negocio de su padre y después de ese año paso otro y otro... y aquí rodeado de martillos hidráulicos, una fragua antigua otra más moderna de propano, un pilón gigante, taladros, cilindros ...pensó que quería más, quería ampliar el negocio y modernizarlo y empezó a fraguar su propio proyecto, una gran nave a las afueras de su pueblo.
Estamos en el taller donde trabajaba su padre, ahora es suyo, aquí nos enseña las piezas que más le gusta hacer, las más artesanales, las más laboriosas, las que adornan el remate de una escalera o convierten a una ventana de rejas en toda una obra de arte, esas que te hacen volverte a mirarlas cuando paseas por las calles de un pueblo andaluz "mira son estas piezas se llaman flor, caracol, espirales o volutas dan más trabajo pero me permiten ser más creativo también". Nos confiesa que ahora se hacen menos piezas de este tipo, que la gente pide cosas más sencillas pero sabe que se debe al momento por el que atravesamos pero que en cuanto pasemos esta "travesía del desierto" volveremos, seguro, a solicitar de nuevo más piezas artesanales para que decoren nuestras casas, "no es la alegría de antes pero se siguen haciendo y eso me anima de hecho hace unos días nos encargaron unas escaleras de forja".
Es un oficio antiguo pero que este jerezano ha adaptado a los nuevos tiempos porque en el taller Ismael lo mismo repara un arado que una pieza de un moderno tractor o sigue trabajando fuera de aquí en otros trabajos como el que le acaba de surgir "vamos a empezar a trabajar en el mantenimiento de una gran empresa de placas solares esto me permite seguir haciendo lo que más me gusta, la forja artesanal y a la vez ampliar el negocio y generar empleo". Esta contento porque tiene dos empleados y acabar de contratar a otros dos pero sobre todo está emocionado porque por fin va ver la luz este proyecto por el que lleva batallando estos últimos siete años, la ampliación de su negocio, la nave que está a punto de terminar, para allá nos vamos.
Del centro del pueblo a apenas un kilómetro de Jérez, "ahí esta" Ismael mira la nave y sonríe orgulloso "no tengo niños todavía porque mi nave es mi niño, hasta que no la acabe..." ahí dejamos la frase, a buenos entendedores... Su niño por el momento será un gran taller de nombre Fragua Las Viñas porque la zona esta llena de viñedos de los que dan ese intenso y característico vino del altiplano. La puesta en marcha de Fragua Las Viñas permitirá ampliar la producción, almacenar maquinaria más grande, cooperar y complementar otros sectores, como el de la construcción en la comarca, ofreciendo productos a medida de demandas específicas y consolidará esta actividad deficitaria en la zona y sobre todo permitirá a un joven emprendedor vivir y crear empleo en su municipio. Por todo esto la construcción de la nueva nave fue uno de los proyectos subvencionados por el programa LIDERA financiado por fondos FEADER de la Unión Europea y por la Junta de Andalucía y gestionado por el GDR de Guadix.
Ya llevamos unos cuantos jóvenes emprendedores así que se habrán dado cuenta que nos gustan pedirles consejos e Ismael, por su puesto, no iba a ser menos "ahora mismo aguantar, aguantar el chaparrón sin venirse abajo y si hay que irse fuera uno se va pero antes pensar si puedes hacer algo en tu pueblo que te ilusione y si es así acudir, como yo lo he hecho, a gente que te pueda ayudar como el GDR, quien tenga una idea que les consulte".
El 2013, será un año de cambios para Ismael "han sido cinco años, estos últimos, de mucho papeleo y dolores de cabeza pero ya en mayo estará todo terminado", en primavera podrá empezar a forjar un nuevo presente para él y su mujer María José y, en definitiva, también para nuestra comarca que suma un valor añadido a los oficios más tradicionales: el de no dejar que desaparezcan ayudando a los más jóvenes para que los transformen respetando su esencia.
Bueno Ismael pues te dejamos con tu primer "niño" y permítenos que ahora seamos nosotros los que te demos un consejillo: paciencia durante los primeros meses porque seguro que después te dará ¡muchas alegrías!

2 comentarios:

  1. Estas noticias me hacen sonreír, he imprimido el articulo para pegarlo en mi oficina y volver a sonreír cada vez que lo vea. Es reconfortante, gracias por la información, y por los recuerdos, de Ismael, de su familia, y del pueblo.

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  2. Cierto es que a todos nos ha emocionado ver esa noticia y nos estremece que un Jerezano quiera seguir manteniendo una tradición como el Arte de La Fragua en Nuestro Pueblo. Nos enorgullece que compartas esa satisfacción.
    Gracias por tu comentario.

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